catfish
Cada vez son más los niños que acompañados por sus padres se acercan a aguas del Ebro a vivir su primera experiencia con los siluros y salen encantados de ella, solo hay que verles las caras de satisfacción, os dejo con unas fotografías de algunos «peques» que se atrevieron con siluros más grandes que ellos y salieron victoriosos.
Aunque no es una ciencia exacta y esto no siempre resulta fácil en algunos momentos casi se puede seleccionar el tamaño del pez que buscamos con la sonda, renunciando tal vez a ver picadas pero cuando la veamos casi echarse a temblar porque intuyes que puede ser un siluro de gran tamaño.
Solo haciendo bien las cosas, tratando de llevar la mínima cantidad de línea en el agua y conociendo el terreno y donde están esos posibles obstáculos (muchas veces no se ven) es posible poder hacerse la foto con uno de estos leviatanes, os muestro un auténtico CATFISH MONSTER del río Ebro, un siluro de 2,41m que proporcionó un combate brutal de más de 30 minutos en los que en varias ocasiones dudé que pudiéramos tan solo llegar a verlo, al final todo salió bien y pudo posar para las fotos de rigor.
Los detenidos reconocieron haberlo cogido para venderlo en Benicarló (Castellón) y exportarlo también a Rumanía. Con el apoyo del SEPRONA, la Guardia Civil recontó e identificó 200 carpas, 45 luciopercas y un siluro. Todos sumaban un total de dos toneladas de peso. Además, las autoridades encontraron 1.500 metros de red de trasmallo de corchetes sin gallos de señalización, un medio considerado prohibido.
Esta noticia que salió reflejada en los principales periódicos de Aragón como un caso aislado que parece que hay más de uno que se sorprende, tan solo es una más de las atrocidades que esta banda viene cometiendo en todas masas de agua donde hay peces y en Mequinenza los hay, simplemente estos tuvieron la mala suerte de que los pillaron con las manos en la masa.
Todos los que pescamos a menudo este embalse hace mucho que vemos estos hechos, acampadas que dejan kg y kg de basura, más cañas de las pemitidas, sedales durmientes incluso redes, la mayoría de «pescadores civilizados» tratamos de denunciar estos hechos, incluso alguna vez hemos puesto en peligro nuestra integridad llamando al atención y quitando estas artes a estas «alimañas» pero no hacemos nada si no estamos todos a una contra esta plaga.
Si veis algo ilegal que atenta ya no contra la ley de pesca, que ahí habría otro debate, sino contra el sentido común no os cortéis y llamad por teléfono al 112 o al 062, por lo menos hay que meterles el miedo en el cuerpo y que no se sientan impunes ni tranquilos, somos nosotros los pescadores civilizados los que más nos debemos involucrar contra esta plaga.
Hace tres años conocí a una de estas grandes personas de las que viéndonos y hablando una vez al año no se olvidan fácilmente, un tío sencillo y natural que antes que nada es persona, un tío con el que se puede pescar, almorzar, reírte y hablar de cualquier cosa y que estoy seguro que haría buenas «migas» bebiendo cervezas, simplemente hablando o en cualquier aspecto de la vida independientemente de la pesca.
Si siempre te alegras cuando la gente pesca y lo pasa bien, con Juan Carlos me alegré si cabe mucho más, no sé si se alegró más el o yo al ver a un tío al que aprecias feliz y disfrutando como un enano, con una sonrisa de oreja a oreja, impregnado de buen rollo y babas, combates en los que se le veía rebosar felicidad y esas «cargas de profundidad» que veíamos subir cuando los siluros soltaban aire antes de dejarse ver en superficie, si bien amigo Juan Carlos nos quedamos con una cuenta pendiente y es ese 2M que aunque nos quedamos varias veces en puertas, queda pendiente para otra vez.
«Amigo» da por seguro que lo sacaremos, te debo al menos uno.
Os dejo con unas fotografías de Mateo un niño de 7 años el cual pudo disfrutar pescando siluros y luciopercas en el río Ebro y que tardará tiempo en olvidar.